La vida actual está llena de riesgos para los jóvenes, cuyo buen juicio, tierno y en formación, está más propenso a extraviarse.
La sociedad pone poco freno al libertinaje y ahora parece que más importante que lo sustancial es lo accesorio: el vicio predomina por sobre la virtud, la temeridad por sobre la prudencia, el exceso por sobre la moderación y la injusticia por sobre la honradez. Quienes se ven más desorientados por esta pérdida de valores son los jóvenes, por eso, a la manera de las epístolas clásicas, Rogelio Guedea le escribe estas cartas a su hijo, en las cuales le provee de las herramientas necesarias para poder sortear las amenazas que le imponga la vida. Desde las drogas, el alcohol, la pornografía, el sexo hasta las redes sociales, las malas compañías, la ansiedad, etcétera, y a través de ejemplos sacados de la vida propia y de la de otros, estas cartas no son más que una forma de evidenciar el amor de un padre a su hijo, y de proveerle con las herramientas de ética y sabiduría los elementos que necesitan más que nunca.
Letters to Bruno
Life today is fraught with danger for the young, whose tender, forming good judgment is most likely to err.
Society puts little brake on licentiousness and now it seems that the accessory is more important than the substantial: vice prevails over virtue, imprudence over prudence, excess over moderation and injustice over honesty. The most disoriented by this loss of values ??are the young, therefore, in the manner of the classic epistles, Rogelio Guedea writes these letters to his son, in which he provides him with the necessary tools to improve himself. the threats that life imposes on me. From drugs, alcohol, pornography, sex to social networks, bad company, anxiety, etc., and through examples drawn from one's own life and that of others, these letters are nothing more than a way of demonstrating the love of a father to his son, and endow him with the tools of ethics and wisdom, the elements that he needs more than ever.
La vida actual estâa llena de riesgos para los jâovenes, cuyo buen juicio, tierno y en formaciâon, estâa mâas propenso a extraviarse. La sociedad pone poco freno al libertinaje y ahora parece que mâas importante que lo sustancial es lo accesorio: el vicio predomina por sobre la virtud, la temeridad por sobre la prudencia, el exceso por sobre la moderaciâon y la injusticia por sobre la honradez. Quienes se ven mâas desorientados por esta pâerdida de valores son los jâovenes, por eso, a la manera de las epâistolas clâasicas, Rogelio Guedea le escribe estas cartas a su hijo, en las cuales le provee de las herramientas necesarias para poder sortear las amenazas que le imponga la vida. Desde las drogas, el alcohol, la pornografâia, el sexo hasta las redes sociales, las malas compaänâias, la ansiedad, etcâetera, y a travâes de ejemplos sacados de la vida propia y de la de otros, estas cartas no son mâas que una forma de evidenciar el amor de un padre a su hijo, y de proveerle con las herramientas de âetica y sabidurâia los elementos que necesitan mâas que nunca.