La dentición primaria desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo del niño, no sólo en lo que respecta al habla, la masticación, la estética y la prevención de malos hábitos, sino también en la orientación y erupción de los dientes permanentes. El proceso de pérdida de espacio tras la pérdida prematura de un molar primario se describió por primera vez en 1887 (Davenport 1887). El odontopediatra es la persona principal para visualizar los efectos de la pérdida prematura de los dientes primarios. Por lo tanto, es importante que el odontopediatra tome medidas tempranas para prevenir los efectos nocivos en el desarrollo futuro de la dentición, la psicología y la personalidad de los pacientes pediátricos. El mantenimiento del espacio es una parte esencial de la odontología pediátrica y ayuda a proporcionar atención ortodóntica preventiva primaria al paciente para evitar futuras complicaciones dentales.